|
En
los pies, la artrosis puede afectar a cualquier articulación.
Su localización preferente es la primera articulación
metatarsofalángica, casi siempre a consecuencia
de una alteración en la estática de los
pies debida a sobrepeso o al uso de zapatos de tacón
alto. |
El hallux valgus, asociado a un primer metatarsiano
en varo (muchas veces algo más corto) es la
causa más frecuente de artrosis en la primera
articulación metatarsofalángica (Fig.
1). A menudo es asintomática,
aunque puede causar síntomas derivados de la
hiperpresión articular en la cara interna y
el roce del calzado (higroma). Suele acompañarse
de un segundo dedo en martillo y de dolor en la cabeza
del segundo metatarsiano, donde se aprecia una callosidad.
|
El hallux rigidus es menos
frecuente y se caracteriza por una clara disminución
de la flexión dorsal de la primera articulación
metatarsofalángica. Se acompaña de hipermovilidad
de la articulación interfalángica, con
tendencia a apoyar el pie sobre la cara externa, donde
aparecen callosidades y dolor por sobrecarga de la quinta
articulación metatarsofalángica. |
Con menor frecuencia, la artrosis
puede afectar a las articulaciones astragalocalcánea, astragaloescafoidea
y calcaneocuboidea, a menudo al mismo tiempo y debido a alteraciones de
la estática y a obesidad. |
|
|