La artrosis no se
acompaña de alteraciones analíticas, por
lo que su presencia debe inducir la sospecha de otra enfermedad.
La artrosis afecta a personas de edad avanzada que, con
frecuencia, presentan morbilidad asociada. En los raros
casos en que la artrosis aparece en personas jóvenes
o en localizaciones atípicas sin una causa clara,
como pudiera ser una fractura previa, es razonable sospechar
una causa metabólica, en cuyo caso puede ser de
ayuda la realización de análisis de sangre.
Si la artrosis acompaña a una enfermedad por
depósito de cristales de pirofosfato cálcico,
tampoco habrá ninguna alteración analítica
en la gran mayoría de los casos, a no ser que
dicha enfermedad sea secundaria a una afección
metabólica, en cuyo caso debuta casi siempre
antes de los 40 años y suele tener un curso
más agresivo, lo que induce a sospecharla.
Los reactantes de
fase aguda (VSG y proteína C reactiva) se elevan
cuando existe una artritis aguda concomitante; por ejemplo,
por cristales de pirofosfato cálcico o ácido
úrico. La artrosis, por sí sola, no los
modifica.
|
|
|