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¿QUÉ SÍNTOMAS
TIENE Y CÓMO SE DIAGNOSTICA LA ARTROSIS CERVICAL?
Los
dos síntomas principales que produce la artrosis cervical
son el dolor en el cuello, localizado en la parte posterior
del mismo, que en ocasiones se extiende a la parte posterior
de la cabeza o a ambos hombros, y la limitación o dificultad
para mover el cuello. El dolor que origina la artrosis es
lo que se denomina de "carácter mecánico";
es decir, que guarda relación con los movimientos.
De esta forma, el dolor aumenta con la actividad y los movimientos
del cuello, cediendo o al menos disminuyendo parcialmente
su intensidad cuando se mantiene el reposo. La artrosis cervical
también puede originar una disminución lentamente
progresiva en la capacidad de movimiento del cuello, como
son los giros de la cabeza hacia la derecha o la izquierda,
o los movimientos de flexión o extensión de
la cabeza. El diagnóstico de la artrosis cervical es
sencillo y se basa en la historia clínica que efectúa
el médico al paciente, con el interrogatorio sobre
los síntomas que padece, y la exploración física
del cuello. Esto se complementa con la práctica de
una radiografía de la columna cervical, en la que el
médico puede apreciar la existencia de los signos típicos
de artrosis, que confirman el diagnóstico.
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