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¿QUÉ SÍNTOMAS
PRODUCE LA ARTROSIS DE RODILLA?
La
artrosis de rodilla es una enfermedad crónica, que
se desarrolla muy lentamente. Los síntomas son muy
escasos al inicio del proceso y, por lo general, cuando progresa,
lo hace paulatinamente, a lo largo de un periodo de tiempo
de años.
El síntoma fundamental del paciente con artrosis de
rodilla es el dolor. Al principio, el dolor es muy leve, sólo
aparece cuando se ha realizado una actividad física
muy importante (por ejemplo, después de una larga caminata)
y cede rápidamente con el reposo. Cuando la enfermedad
se ha establecido, es normal que el paciente note mayores
molestias cuando empieza a caminar, mejorando los síntomas
después de llevar un rato andando, una vez que la articulación
"entra en calor". Al dolor se le añade una
sensación de rigidez y de dificultad para flexionar
y extender la pierna, que, al igual que el dolor, es también
más intensa después de haber permanecido mucho
tiempo en reposo (sentado o tras dormir en la cama). Otro
síntoma que puede notar el paciente es una sensación
de chasquido, que se produce al flexionar la rodilla. El dolor
en la rodilla es mayor cuando se sube y se baja escaleras,
cuando el paciente se pone en cuclillas y cuando se camina
por un terreno irregular.
La rodilla con artrosis no suele doler cuando se permanece
en reposo, ya que el dolor guarda relación con los
movimientos. Sin embargo, en artrosis más severas,
el paciente puede notar síntomas incluso en reposo.
Además, en la evolución de la artrosis se pueden
producir episodios de descompensación, a veces relacionados
con un esfuerzo físico mayor del habitual (un paseo
más largo, por ejemplo), en los que el dolor se reagudiza,
se hace continuo e incluso la rodilla se hincha por formarse
un derrame.
En los casos en los que la artrosis no se controla y se alcanzan
fases más avanzadas de la enfermedad, además
del dolor, que se hace más continuo e intenso, el paciente
sufre una disminución en los movimientos que puede
realizar con la rodilla (por ejemplo, no puede flexionar o
extender completamente la pierna). También pueden aparecer
ciertas deformidades de la articulación, y alteraciones
en la alineación de los huesos, con arqueamiento de
la extremidad inferior. En estas artrosis más evolucionadas
es habitual que el paciente cojee al caminar y que la rodilla
se debilite, notando el enfermo con alguna frecuencia una
sensación de "fallo" en la rodilla al dar
los pasos.
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