PAPEL
DE LA GLUCOSAMINA EN EL TRATAMIENTO DE LA GONARTROSIS.
Dr. Roy D. Altman
Miami VAMC
Universidad de Miami
Miami, Florida (EEUU)
Las recomendaciones terapéuticas
para la artrosis han sido desarrolladas por subcomités
de EULAR y por el Colegio Americano de Reumatología.
Entre otras similitudes, ambas incluyen la importancia
de programas no farmacológicos, contemplando
la aplicación de programas farmacológicos
cuando fuese necesario. La posibilidad de realizar una
intervención quirúrgica se plantea en
el caso de que los otros programas no sean suficientemente
eficaces.
Los programas farmacológicos
se pueden dividir en dos grupos: 1) analgésicos
2) fármacos antinflamatorios. Parece también
existir un tercer y diverso grupo de agentes, que incluiría
a agentes intrarticulares y a aquellos cuyo modo de
acción todavía no ha sido determinado
con claridad. Cualquier paciente puede ser tratado con
uno, dos o todos estos tipos de programas.
Respecto a los analgésicos,
la primera línea de terapia estaría constituida
por paracetamol (acetaminofeno) debido a su baja relación
riesgo/beneficio. Si fuese necesaria una analgesia más
potente, se podrían considerar otros agentes
opiáceos y no-opiáceos.
En cuanto a los agentes antinflamatorios,
los inhibidores específicos de COX2 suelen preferirse
debido a su aparente baja relación riesgo/beneficio
con relación a úlceras gastrointestinales.
Los corticosteroides de depósito
intrarticulares son seguros y eficaces en ciertos pacientes.
Los hialuronidatos intrarticulares pueden proporcionar
analgesia eficaz a un segmento de la población.
Otros agentes presentan generalmente
un comienzo lento de sus efectos, siendo la bibliografía
al respecto poco concluyente.
Entre ellos se encuentra el sulfato
de glucosamina. Se han publicado más de 10 ensayos
sobre este agente que demuestran su superioridad frente
a placebo y ninguna diferencia respecto a otros fármacos
empleados comúnmente. La mayoría de esta
información se ha publicado en relación
con la gonartrosis. Las reacciones adversas comunicadas
son similares a las del placebo, dando al sulfato de
glucosamina una relación riesgo/beneficio superior.
De acuerdo con datos recientes sobre
su acción modificadora de la base estructural
de la artrosis, parece que el sulfato de glucosamina
debería utilizarse en etapas tempranas de la
escalera terapéutica en dicha patología.
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