Unos cuatro millones
de españoles padecen alguna enfermedad reumática.
La artrosis es una de las más frecuentes y, tras
la osteoporosis, la que mayor expectativa de aumento
presenta. Es una enfermedad crónica, invalidante,
que causa un gran sufrimiento al paciente y, concretamente
la artrosis de rodilla, es la que más afecta
a la calidad de vida. Según los resultados del
último ensayo clínico realizado por el
doctor Karel Pavelka, director del Instituto de Reumatología
de la Universidad de Praga, la artrosis puede prevenirse
con el sulfato de glucosamina (Xicil®) ya que, según
explica el experto, esta sustancia frena el proceso
degenerativo de la artrosis.
Este gran avance en el tratamiento
terapéutico de la artrosis ya se dio a conocer
el año pasado en el American College of Rheumatology
(ACR) cuando se presentaron los resultados del primer
estudio a largo plazo realizado con un fármaco
de los denominados modificadores selectivos de la enfermedad.
"Por primera vez", afirmaba el doctor Jean
Yves Reginster, jefe de la Unidad de Investigación
del Cartílago y Traumatología de la Universidad
de Lieja (Bélgica), "hemos demostrado que
un compuesto puede, por lo menos, frenar el proceso
de la artrosis".
El objetivo del estudio era valorar
los efectos del sulfato de glucosamina en la evolución
de los síntomas y la posible modificación
de la evolución de la enfermedad durante un periodo
de tres años. Incluía 212 pacientes de
ambos sexos, mayores de 50 años, con artrosis
de rodilla, siguiendo los criterios de la ACR y, a los
que se les administró sulfato de glucosamina
y placebo.
En los resultados analizados se observó
que los pacientes que recibieron sulfato de glucosamina,
1500 mg/día, redujeron la sintomatología
artrósica en un 25% (índice WOMAC) y los
que recibieron placebo los aumentaron casi en un 10%.
En cuanto la estructura, se encontró que en los
pacientes tratados con placebo se había reducido
el espacio interarticular, a razón de 0.08-0.1
mm/año, pérdida normal anual de paciente
afectado por esta patología, frente a los tratados
con sulfato de glucosamina que no sufrieron ninguna
pérdida.
En el estudio realizado por Pavelka
y col, han participado 202 pacientes a los que se les
ha administrado sulfato de glucosamina, 1500 mg/día
y placebo, durante un periodo de tres años. Se
han seguido los mismos criterios utilizados en el primer
ensayo y los resultados obtenidos corroboran los ya
presentados por el profesor Reginster y confirman que
el estrechamiento en el grupo de sulfato de glucosamina.
Características
del sulfato de glucosamina
El sulfato de glucosamina constituye la piedra angular del abordaje terapéutico
de la artrosis. Es altamente soluble al agua, por lo que se absorbe bien
por el intestino delgado y atraviesa sin dificultad las barreras biológicas,
siendo rápidamente distribuido por los tejidos. Es bien absorbido
por los cartílagos articulares, que efectúan una captación
activa de la molécula.
Las ventajas del sulfato de glucosamina
son posibles gracias a dos características fundamentales:
por un lado, su tropismo especial hacia el tejido cartilaginoso
-que lo hace plenamente disponible a nivel articular-
y, por otro, sus reducidas dimensiones moleculares.
De hecho gracias a su bajo peso molecular, el sulfato
de glucosamina es capaz de atravesar la barrera hematosinovial,
difundiéndose en el ambiente microarticular.
Sulfato de glucosamina frente
AINES
La seguridad, eficacia y tolerancia
del sulfato de glucosamina frente a un antiinflamatorio,
en el tratamiento específico de la artrosis,
es mucho mayor y así lo demuestran los distintos
estudios clínicos realizados. El sulfato de glucosamina
presenta un efecto antiinflamatorio entre 50 y 300 veces
más bajo que la indometacina, pero la toxicidad
de ésta es de 1000 a 4000 veces mayor, con un
margen que favorece a la glucosamina. Por otra parte,
la tolerancia de este fármaco es similar a la
del placebo por lo que, cuando se administra no precisa
ningún otro medicamento adicional para proteger
la mucosa gástrica.
En uno de los estudios realizados,
aleatorizado, doble ciego, que incluía 329 pacientes,
se comparó los efectos de un antiinflamatorio
(piroxicam) frente a placebo, a sulfato de glucosamina
y a una asociación de sulfato de glucosamina
y piroxicam. Los resultados confirmaron que el sulfato
de glucosamina fue más eficaz que el piroxicam
en el control de los síntomas y, además,
los efectos positivos persistieron en este grupo durante
dos meses después de finalizar el tratamiento,
mientras que desaparecieron rápidamente en el
grupo tratado con piroxicam. Por otra parte, la asociación
del sulfato de glucosamina resultó ser equivalente
en eficacia a la monoterapia con sulfato de glucosamina.
El sulfato de glucosamina fue el primer fármaco
comercializado en España de los denominados modificadores
selectivos de los síntomas para el tratamiento
específico de la artrosis. Todos los estudios
realizados hasta ahora lo sitúan en el nuevo
concepto de modificación selectiva de la patología
artrósica tanto respecto a los síntomas
como a la evolución de la enfermedad.
El sulfato de glucosamina ha sido desarrollado por
el Grupo Rotta Research que nació como laboratorio
de investigación en Milán en 1961. Actualmente,
está presente en 70 países. España
fue el cuarto país que se incorporó al
grupo, después de Alemania, Portugal e Italia.
El Grupo Rotta Research ha centrado su actividad investigadora
durante los últimos años en el sistema
músculo-esquelético, terapia hormonal
sustitutiva, sistema nervioso, aparato respiratorio
y sistema cardiovascular.
Para más información,
Asesoría Global Sanitaria,
Teléfono: 91 533 42 91 - 616159876
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